sábado, 29 de septiembre de 2012

Bastiments, la nueva Tossa Plana de LLes

Desde hace días teníamos marcado en el calendario el día de hoy. Nuestro objetivo: Pic de la Dona y Bastiments, en el Ripollés.

Llevábamos varios días consultando tanto el Meteocat como el Snow Forecast, pronostico para el sábado: LLUVIA.

Siguiendo el dicho de Si no lo veo no lo creo, quedamos Caco y yo a la 6:30 en su casa. Dejamos en el velódromo de Horta a mi hermano Jordi (tiene previsto hacer L'Etape, BCN-Andorrra) y nos dirigimos al aparcamiento del Carrefour de La Garriga. Ahí habíamos quedado con Joaquín a las siete, pero éste se presenta veinte minutos más tarde. Por ahora no llueve, a ver si aguanta.


Con Edu habíamos quedado en St. Pau de Segúries a la 8:30 y, como un clavo, nos plantamos ahí. Antes de llegar a St Pau, en San Joan de les Abadesses, inicia una lluvia poco abundante. La verdad es que pinta muy mal. Con Edu ya en coche, nos dirigimos a la estación de esquí de Vallter 2000. Llegamos sobre las 9 de la mañana y la lluvia no cesa, a veces más a veces menos intensidad. Después de hablar un buen rato, decidimos no subir. Sacamos el fuet y demás y a desayunar. 

Mientra hacemos un café en el bar y vemos que la niebla desciende rápidamente, así que decidimos volver a St Pau. Mientras bajamos Edu plantea hacer una parada en Llanars a tomar una anchoa y champaña por dos euros en un colmado, muy bueno la verdad. A la salida Edu nos ofrece su casa para comer, así que bajamos a St Pau a comprar unas butifarra y judías a las que acompañaremos con un allioli que está haciendo el padre de Edu.

Comemos, cafelito y a ayudar a Pepe, el padre de Edu, a cambiar las ruedas de su Lada Niva (ayudar, por decir algo). Una vuelta por el bosque para probar las ruedas, lo suficiente para mojarnos un rato y volver a saborear el allioli que no para de subir y bajar, y vuelta a su casa. Entramos en ella y vemos que está todo lleno de humo, parece Londres.

Al poco rato decidimos volver a Barcelona, no sin agradecer a Edu y su padre por la comida (somos muy educados).

La verdad es que nos lo hemos pasado muy bien y, aunque no hayamos podido subir al Bastiments, ha sido un día muy agradable con muchas risas.

Parece que Bastiments coge el relevo de la Tossa Plana de Lles.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Shell o no Shell

Días antes habíamos hablado mi hermano Albert y yo de subirnos las bicis a Llagostera y salir un rato con Marc por la VV Costa-Brava. Como hoy había comida familiar en casa, decidimos salir después de comer.

La primera sorpresa es que Marc no quiere ir por la VV, así que decidimos hacer una vuelta que hacíamos cuando empezamos con esto del BTT, "la ruta de la Shell". Ahora le tendríamos que cambiar el nombre ya que la gasolinera ha cambiado de marca (¿alguna propuesta?.

Es una ruta muy facilita, de unos 14 km (desde Mont-Rei) con apenas desnivel. Perfecta para un niño de 7 años. Así que voy a Llagostera a coger la bici y voy a encontrarme con ellos. Habíamos quedado a medio camino entre el pueblo y casa de mis padres pero ahí no se presenta nadie. Sigo el camino hasta llegar a casa de mis padres y veo que aún están ahí, por lo visto no han oído la llamada perdida.

La segunda sorpresa es que no seremos tres, sino cuatro, los que saldremos. Al final Marga, la mujer de mi hermano, también se apunta.

Comenzamos a pedalear el Bosc de la Torre y llegamos arriba de la urbanización La Canyera y seguimos rumbo a Can Companyó.

La tercera sorpresa es que veo que Marc ya no necesita que le empujen por detrás para subir. Hacía tiempo que no salía con el y veo que "progresa adecuadamente". El único inconveniente es que bajando frena demasiado con el de delante y se le descontrola la bici. No cae pero se asusta un poco.

Llegamos a Can Companyó y tenemos que coger el lateral de C-35 para poder ir al otro lado. La cruzamos y cogemos un camino paralelo que nos lleva al Pantà de Can Companyó. Para llegar al pantano hay una bajada interesante y me preocupa como la bajará el niño pero lo hace estupendo, poco a poco y pegado a mi. Pasado el pantano comienza una subida que nos lleva a Santa Ceclina, donde torceremos a la derecha y llegaremos a la gasolinera. Ahora han hecho un puente que cruza la C-35, el cual seguiremos para llegar a Can Matetas. Aquí vemos ciervos y más animales que están cercados. Nos quedamos un rato a verlos y continuamos.



Seguimos por la pista hasta llegar a GI-674 que va de Llagostera a Caldes de Malavella. Como se nos hace un poco tarde y nos quedamos sin luz decidimos ir por carretera hasta la Canyera y de ahí a casa de mis padres. Los dejo a ellos y pongo rumbo al pueblo.

Han sido 19 km en 1h34m. La verdad es que me lo he pasado muy bien y me ha hecho mucha gracia volver a salir con mi sobrino.
Espero no volver a tardar tanto en hacerlo.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Vuelta al parque

Después de muchos meses sin hacer nada de nada, he decidido volver a coger la bici.
La dirección nunca ha ido muy bien así que la llevé a Radikal Bikes Llagostera y me la cambiaron. Como ya no tenía excusa había que hacerla rodar.

El domingo 2 de septiembre el Casal Parroquial Llagosterenc hacía una pedalada y arrozada, una salida en bici para niños de unos 18 kilómetros. Como mi hermano Jordi tenía que ir para controlar la salida, decidí ir con ellos. Desde el Casal cruzamos todo el pueblo y llegamos a la Torre dels Moros y luego volver. La Torre dels Moros es un yacimiento arqueológico muy cercano al pueblo que en principio pensaban que era una torre y luego siguieron excavando y vieron que eran unas termas romanas.
La salida fue bien, bastante floja pero me sirvió para ver como iba la bici.

Hoy ha sido un poco diferente. Tenía previsto hacer el recorrido número 15 del libro que tengo de Collserola, una ruta de 28 kilómetros y un desnivel acumulado de unos 650 metros. Me levanto, me visto y me voy. Subo la cuesta de San Lázaro y ya me meto de pleno en el parque. Voy siguiendo el Track y al llegar al desvío para ir a Magarola me paro. Miro los datos y veo que llevo 10 km subiendo sin parar. La falta de ejercicio y el café con leche del desayuno que tiene ganas de salir por donde entró hacen que me pare un rato a descansar. Miro el reloj y decido que es mejor volver.

Han sido casi 20 km en una hora y tres cuartos. La verdad es que contento porque no me esperaba que de cardio fuera tan bien, lo de las piernas si.

El finde que viene, más.