martes, 2 de agosto de 2011

Barranco Camp, comienza la altura

Hoy por fin he podido dormir un poco. Que diferencia poder descansar en tu propio saco sin pasar frío, lo único malo es que te pasas tantas horas en la tienda que en algún momento de la noche te tienes que levantar a orinar. Vas esperando hasta el último momento porque da miedo salir a fuera del frío que hace.
Nos levantamos y dejamos todo recogido antes de desayunar. El día anterior ya nos dieron un toque porque les hacíamos ir más lentos a los porteadores.
Como cambia tener tu material a no tenerlo, me he podido vestir como es debido y dejar en la "duffel" lo que no necesitaba. Hoy iré más ligero.
Acabamos de desayunar y a buscar un sitio para "darlo todo". Hay casetas de madera con un agujero pero no se puede entrar de la peste que mete, supongo que de la acumulación de "desperdicios", así que detrás de unas rocas a soltar lastre. nunca me acostumbraré a esto, siempre te quedas con la sensación de quedarte a medias.
Recogemos las mochilas y empezamos la marcha.El día de hoy es para coger fondo y acostumbrarte a la altura. El terreno es lo que llaman desierto alpino, vamos, un inmenso pedregal sin rastro de vegetación. La ruta no tiene pérdida alguna ya que solo tienes que seguir la única pista que hay, y si hay algún desvío existe su indicador. Ruta turística cien por cien.Partíamos de Shira Camp, situado a unos 3900 m. de altitud y nos dirigimos a Barranco Camp. Este campamento se encuentra a 3950 m. pero entre medio pasamos por Lava Tower, un peñasco de lava (recordemos que el Kilimanjaro era un volcán) situado a 4600 m. Subir a esta altura y volver a bajar es perfecto para conseguir una buena aclimatación. Durante la subida nos encontramos a la misma gente, al brasileño, a los holandeses que Caco les recueda siempre lo del gol de Iniesta del mundial y a las coreanas, intentando tener una convesación en mi inglés de indio con la jefa del grupo. Más adelante veremos a una de ellas con síntomas de mal de altura, los famosos y temidos vómitos y mareos. Vemos que su guía la atienden y seguimos la marcha.En unas tres horas llegamos a Lava Tower donde paramos a comer nuestro picnic de hoy a base de pollo huevo duro y demás (el mismo que días atrás). Menos mal que llevamos que llevamos nuestro kit de supervivencia: jamón, chorizo y demás embutidos de nuestra tierra.. Yo llego con un estado de euforia raro, ligero mareo pero súper excitado. El que está peor es Caco que sufre un fuerte dolor de cabeza. Hay dudas por su causa, mal de altura o insolación. A esta altura el astro rey pega con más fuerza y él va sin nada en la cabeza, así que yo me inclino por lo segundo.Después de comer y descansar un rato volvemos a retomar el camino pero esta vez descendiendo en altura. La marcha se vuelve un poco más rápida, supongo que porque es cuesta abajo y por las ganas de llegar al campamento, sobre todo Caco, para comprobar si su dolor de cabeza es mal de altura. Descendiendo cruzamos un pequeño riachuelo y antes de llegar al campo un bosque de Drendosenecio kilimanjari, árboles típicos de la zona.Por fin llegamos a Barranco Camp después de dos horas y media más, un campo a lo largo donde nos encontramos en un extremo, justo donde empezaremos al día siguiente. Tenemos las tres tiendas en fila y al final un montón de piedras que parece que es el urinario público por la peste que pega. Hay un montón de cuervos sobrevolando la zona para ver si pillan cualquier cosa.
Caco se mete en la tienda a descansar un rato y poniéndose paños húmedos en la cabeza a ver si le baja el dolor, no sin antes tomarse un ibuprofeno. Después de descansar un rato y merendar las famosas palomitas decidimos asearnos un poco con las toallitas húmedas y cambiarnos de muda. Los calcetines se aguantan solos. Dejamos la bolsa con los restos fuera y al cabo de un rato viene los cuervos y la rompen toda.

Al cabo de un rato el ritual de cada noche, cena (la de siempre) y brifing del día siguiente. Isaac dice que mañana nos guardemos los palos de entrada, habrá que grimpar. Le comentamos que no hace falta que se ponga tan serio al decirnos las cosas, que nos asusta. Su respuesta es que esto no es ningún juego y es algo serio.


Salimos de la tienda y la noche es espectacular, un cielo precioso plagado de estrellas. Dan ganas de quedarse a contemplar el firmamento un rato pero el frío puede más.
Un día largo, han sido más de 5 horas y media para recorrer unos 10 kilómetros y unos 800 m. de desnivel, pole pole. Mañana más.

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